La Luci és una noia de la Cochabamba que fa uns anys va decidir deixar el seu negoci agropecuari per provar sort laboral al nostre “petit gran país” i gaudir de millors condicions de vida. Li ve molt de gust compartir amb nosaltres uns aconteixements, potser previsibles o potser atzarosos, que han travessat la seva vida deixant petjada en el seu desenvolupament individual, en les seves decisions i també renúncies. A la Lucho, com també es fa dir per la gent que se l’estima, li van haver d’amputar la cama als 14 anys després d’un accident molt greu en cotxe.Està contagiada per la Síndrome UP i no vol curar-se.

¿Cuántas piernas tienes?

Comencem bé l’entrevista! (Explota a riure, li encanta la broma i així anem trencant el gel.) Te diría que dos, ¡pero mentiría! Tengo una pierna y media orgánica y otra protésica, en total, 2,5 piernas para mi (porque cuento que tengo dos mías y media extra). ¡Qué manía tiene la evolución humana en hacernos simétricos, bípedos y cuadrúpedos! Con lo interesante que sería desplazarnos con 3 piernas o 2,5 como yo y como el canguro (le cuento la cola).

Crec que la Luci es referia a Amazing stories… I tan amazing!!!!

No la coneixeu però qualsevol diria que li falta una cama. Es belluga més que la tortuga ballaruga que canta la meva filla. Té energia de la bona i una personalitat màgica: empàtica, espavilada, dolça, senzilla, propera, canyera, inquieta.

El filósofo Ortega y Gasset publicó en una de sus obras “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”.

Y llena de significado. No sería yo sin mis circunstancias, no sería yo sin mis 2,5 piernas (jajaja). La verdad que hay determinados acontecimientos que marcan puntos de inflexión muy bestias en la trayectoria de vida de cada uno. En mi caso el momento de cambio especialmente significativo y que siempre ha estado reorganizando mi propia vida, incluso mi visión del mundo y de mí misma, ha sido el accidente de coche que provocó que años después perdiera mi pierna. A ver, no solo mi pierna: mi autoestima, mi autonomía, mi autoconcepto…

Eras muy pequeña, ¿te acuerdas del accidente? 

No me acuerdo de nada. De verdad que no. Nada. Para mí mejor, no quiero saber qué pasó, cómo fue, si fue accidente o negligencia. Se supone que iba con mi madre en una especie de taxi y al llegar a nuestro destino y apearnos un coche nos arrolló a las dos. Tenía tan solo dos añitos de edad. No quiero saber nada. Lo que sé es lo que me explicó mi familia que estaba por aquel entonces en proceso de separación. Y mejor me lo guardo para mí porque lo que se escribe queda.

I del que sí recordes i no t’ho vols guardar?

Tengo una historia que te va a gustar. Una mezcla entre Cenicienta y Jorobado de Notre Dame (això es posa interessant). Cada año en el colegio se escogía una “Princesa del estudio” y ese año, ¡me eligieron a mí! De todos los cursos, ¿eh? Mis padres se separaron y mi padre tuvo una segunda pareja y más hijos, mis hermanos pequeños. Te digo esto porque aquí entra en escena mi madrastra, que no era como la de la Cinderella, (això em diu i no puc evitar riure però no m’ho té en compte perquè ella, d’alguna manera també li treu ferro i se’n fot. Això sí, no em trec del cap l’Elena de Avalor ;P.).

  • Madrastra (sí, sí, tal qual me l’anomena) – Lucho, me dicen que de aquí a poco es el acto de coronación de la Princesa de la Cultura!
  • Luci – No voy a participar, no tengo pié.
  • Madrastra – Mira Luci, voy a hacer todo lo posible para comprarte un pié. Lo primero que voy a hacer es vender mis aretes de oro y tú te vas a poner un pié. Pero por favor participa.

No puedes imaginar mi reacción: un balancín de felicidad máxima y pánico extremo. La verdad que lo que sigue lo puedo resumir en una palabra, maratón. Teníamos que conseguir un pié en 10 días y todos los proveedores protésicos a los que pedimos presupuesto no cumplían ese plazo y te lo entregaban pasados los 30 días. A todo esto sumar la odisea de vender los pendientes, pedir dinero, etc. Al final ninguna de las empresas nos podían acelerar la entrega de la prótesis. No iba a tener mi pié y fue un bajón enorme. Mi madrastra intentó darle la vuelta: si no hay pié al menos que haya el vestido de princesa más espectacular. Y así fue: zapatos, sesión de peluquería para hacerme un súper moño (tenía el cabello como la Rapunzel de largo). Y llegó el momento tal cual de película: entrada con pasillo todo decorado, mixtura de papel pintado (confetti) y… Entré.

Ahora puedo decir que lo hice por complacer a mi madre, no por mi. Yo no me sentí para nada una princesa si no más bien como el Jorobado de Notre Dame. He cobrado vida cuando me quedé embarazada de Rose Aimé. Mi hija para mi es la vida.

A l’Aimè l’encanta pintar i m’ha dit que no li agrada la sopa amb cigrons.

Hace muy poquito que estás por tierras catalanas. ¿Qué es lo que te removió para dejar tu trabajo, tu vida en Cochabamba y venir aquí?

Llegué a Girona desde Cochabamba Tarata hace tan sólo dos años con mi hija. No me encontraba muy bien, se disparaba la tensión, tenía mareos… No salía de casa y tenía que hacer algo urgentemente. A parte de integrarme, buscar trabajo, familiarizarme con mi nuevo entorno y acompañar a mi hija, por aquél entonces de 2 años recién cumplidos, para que también se fuera adaptando a los cambios, necesitaba buscar especialistas para que me acompañaran en mi plan de salud y también cambiarme la prótesis. Pero cómo sabes, todo lo que se sale de la “normalidad” y precisa de tratamiento personalizado tiene su precio. Entre familiares y amigos reunimos la cantidad necesaria para poder financiar el tratamiento y nueva prótesis pero la historia dio un giro: el ortopedista al estudiar mi caso decidió que subvencionarían todo lo necesario para que me pusieran una nueva pierna diseñada con materiales más evolucionados. Esto es debido a que en su centro disponen de un plan de responsabilidad social dónde envían a países en vías de desarrollo excedentes de prótesis o con pequeñas taras para que se utilicen. Él orgulloso de ver en primera persona el impacto de las acciones sociales llevadas por el centro dónde trabaja. Enviaban prótesis de todo tipo a mi país! ¿Te lo puedes creer?

Quan es va adonar la teva filla que et faltava una cama? Com va ser la seva reacció?

Uy, la recuerdo como si fuera ayer. Se quedó congelada mirándome una buen rato y le costó reaccionar. No decía ni pío. Estaba en mi cama a punto de levantarme para ir a trabajar. Lo primero que hago es ponerme la pierna y empezar el zafarrancho de combate de rutinas diarias. Ni me dí cuenta que la pequeña estaba ahí, en el borde de la cama mirándome con unos ojos como naranjas. De verdad que alucinó, pero no dijo nada. Supongo que conectó situaciones y empezó a entender la situación y el soporte que puedo necesitar en momentos concretos. Como todos los niños y niñas te piden que los cargues. Yo no he podido cargar a mi hija y se me encogía el corazón cada vez que le tenía que decir que no. Ella debía sentirse rechazada. Hasta aquel día que me vio sin pierna nunca más me insistió que la cargara.

Alguna vez por error tipográfico la he liado un poco en la despedida de algún correo electrónico: en vez de escribir Un abrazo, escribía sin darme cuenta “Un brazo“.

Algo así como, ¿te mando un fuerte brazo“? Jajaja, ¡me parece fantástico! Seguro que has compartido muchas risas con esos correos. Como comprenderás a mí me pasa con otras extremidades: las piernas. Una vez me ingresaron por problemas vesiculares y era muy aparatoso. No quería que trajeran a Rose Aimé porque se impresionaba y se ponía muy triste. Yo también. Nos echábamos tanto en falta que al final vino y ella se puso loca buscando por toda la habitación: Mamá, ¿dónde está tu pié? Coge tu pierna y vámonos. La encontró y la tomó, ¡con lo chiquitina que es y con una pierna encima!

La Luci és una vickinga, com l’Hipo de How to Train Your Dragon, una peli de Dreamworks que embruixa els meus fills. Hi ha una escena impactant del personatge que pot il·lustrar aquestes línies. Hipo, es desperta sense una cama després d’una gran batalla amb el drac Furia Nocturna que ha entrenat.

Vamos a dar una vuelta y seguimos con lo nuestro. Luci, ¿tu hija escucha el suelo?

Jajajajaj, ¡¡¡noooo!!! Pero tu hija Laia ¡sí! Jajajaj, estad atentos Pati.

És una pregunta còmplice. Riem molt amb les creences i llegendes del folklore popular tant del seu país com del meu. L’anècdota ve perquè un dia a casa amb tota la quitxalla en plena batalla lúdica amb llançament de joguines inclòs la meva filla petita, com ho fa freqüentment, s’estirà al terra parant l’orella. Escoltant ben atenta alguna història que els rajols li explicaven. La Luci quan la va veure, tota esverada em va bramar:

  • ¡Pati, un bebé está en camino!

Es va fer un silenci molt tens i llarg.

  • Però què dius Luci!!! ¡Maldigo tus leyendas!
  • Jajaja, pues si no eres tú, será tu hermana, tus primos, alguien muy allegado. Eso es así: si un niño se para en el piso a escuchar el suelo es que alguien va a tener un bebé.

Com diria la meva mare “éramos pocos y parió la abuela“. Haig de reconèixer que vaig estar temps sense treure’m les seves paraules del cap, com si fos un mal d’ull. Crec recordar haver explicat la història a la meva família per si venia una “buena nueva” donar-li un xic de protagonisme al do de vaticini de la meva filla.

Què és el que pitjor portes?

Lo peor son las molestias constantes, los dolores producidos por la asimetría en la cadera y las piernas lo que me produce lumbagos fuertes. Hace poco tuve un rechazo de la prótesis y una infección que me ha tenido inactiva un tiempo y con cortisona hasta los topes. Referente a la discapacidad física antes era incapaz de salir sin mi pierna. Pero desde que conocí a mi pareja actual he ido a la playa, me he puesto un bikini y me ido a nadar encima de una colchoneta, ¡con pamela al viento! ¿A quién le importa que no tenga pierna? A nosotros no por supuesto. Ahora me hago con la gente, antes me cagaba de miedo.

Tanta energía debe ser porque eres de la Cochabamba, capital gastrónomica de Bolivia. Ya me he enterado que os llaman comilones.

¡Sí! ¡Hay concursos nacionales y todo! Estamos todo el día comiendo y, en el caso de mi familia no engordamos ni un gramito. A las 7:00h desayuno basado en arroz con papa o huevo y un té. A las 10:00h papa con ensalada, a las 12:00h la sopa del mediodía, a las 15:00h bocadillo salado, a las 18:00h la cena con piste o cualquier cosa con arroz o pasta. Luego ya para las 22:00h o así un tesito de manzanilla máximo. Y así hasta el día siguiente.

Luci, puedes desmentir ese refranero que roza a lo desagradable a veces: Se mueve más que la compresa de una coja.

Siempre tienes un contrapunto, Jajaja, ¡eso no es verdad! ¡Maldito refranero! En Cochabamba hay peores, no te creas. Poco a poco estas expresiones van desapareciendo, ¡menos mal! Pero te tengo que decir que me lo dicen, y no por coja. Si no por cul inquiet como llamáis aquí. Si tengo que subir a un árbol, ¡me subo! Manejo coche, voy en bici.. En mi país no lo veían así: me sentía observada, bastante excluida la verdad. Pero aquí no me siento así. Una cosa es la compasión, la pena y otra muy diferente la ayuda cuando una persona lo necesita. Es muy distinto.

De empresaria en una granja avícola a…

A… No lo sé ni yo. Me estoy cuestionando volver pero primero está mi salud. Aquí estoy muy bien atendida. El sistema sanitario tiene unos cimientos que ya le gustaría a mi país tener. En el plano salud no hay comparación, en el plano calidad de vida es otra cosa. Allí tenía mi trabajo, mi dolor de cabeza, mi autoocupación. Pero aquí ahora estoy echando raíces.

Ens quedem de tertúlia una bona estona i ens fem algunes confessions més. Ens atrapa el temps i em dóna un cop de mà per banyar als meus fills bessons. Transcric la situació perquè no té desperdici:

  • Luci – Pati, ¿dónde tienes la bañerita?
  • Jo – (des de l’altra punta de la casa) ¡Encima del armario del lavabo!
  • Luci – ¡Genial!

Noto un cert sarcasme, però de seguida m’adono què és un xic difícil per ella. Vaig corrents amb cara de mil disculpes i em trobo a ella pujada en un tamboret i etzibant-me:

  • Luci- A ver Pati, ¡qué soy boliviana y las personas de Bolívia somos muy bajitas! ¡Bájame la bañera, haz el favor!

Ella tocarà el cel i la lluna les vegades que vulgui. Fins la propera capaCITA!